domingo, 19 de junio de 2011

Y llega el verano..

Y de nuevo se me echó el tiempo encima, sin más que hacer que trabajar como una mula fuera y dentro de casa.. Es bastante triste, pero ya estoy más que acostumbrada a esta nueva "ley de vida".

Me encantaría tener otras cosas que hacer que no sean puramente responsabilidades, pero parece ser que eso no está hecho para mí. El poco tiempo libre que me dejo, porque estoy convencida de que la culpa de ir de bólido es mía casi en su totalidad, apenas lo aprovecho en hacer cosas que me gustan..

El otro día el cuerpecico me dió un toque y estuve todo el día en la cama curándome del estres y el cansancio acumulado (si es que eso es posible), todo el día con malestar y de la cama al sofá y del sofá a la cama... Cuando la fiebre se pasó me dió por pensar que así sería el resto de mi vida.. Prisas, estreses y dolores de cabeza.. Me niego a pensar que es lo único que me depara el futuro! No es posible que si estoy "en la flor de la vida" me dedique exclusivamente a trabajar y a los quehaceres de la casa ¡no!

Aprovechando el plan renove, incluiré unos minutos al día para ser feliz y retomar viejas aficiones. De momento, he retomado la lectura, quizá un poco obsesivamente porque me he leído tres libros en dos semanas!

En fin, por algo se tiene que empezar, algo de todo lo que planee con tanta ilusión hace años debería de salir bien.. ¿O todo el mundo da por imposibles los planes de futuro con los que soñaba en el colegio?