viernes, 23 de noviembre de 2007

Cacuelo?

Tengo que ponerme las pilas. Tengo que continuar. El problema de emprender el camino no es falta de ganas es no saber qué dirección tomar! Aún no he arreglado ideas, no he elegido ni he desechado ninguna. Los proyectos se sitúan en un línea recta y no logro ver el final. Y ya lo dicen los abuelos: el que mucho abarca poco aprieta, y no estoy por la labor de tirar al traste lo que me queda de vida. Tengo que decidirme.

A veces recuerdo lo fácil que era el cole, al menos, sabías lo que tenías que hacer: hoy tercero, el año que viene cuarto; por la mañana clases y por la tarde a lo que te habían apuntado, fin de semana organizado por los padres y quizá alguna quedada al cine o a un cumpleaños.. pero, Ay! Cuando los cursos se acaban! Tu año comienza en Enero y no en Octubre, como hasta ahora. Cuentas los días que quedan para vacaciones sólo para no ir a ver a los jefes ni a la montaña de expedientes por terminar. Te pasas los días del trabajo a casa y de casa al trabajo... y así, la vida adulta se convierte en monotonía pura y dura ¿Cómo lo hacían los padres para aguantar?

Hace unos días me revelé contra el sistema y decidir abandonar la nómina fija que me esperaba cada fin de mes. Y ahora no sé como encauzar mi vida para que no me resulte tan ñoño gastar los días del año de una manera tan absurda. Y he aquí mi dilema ¿¿Que carajo hago??

De momento, trataré de poner orden en mi cabeza y hacer una nube de tags con mis pensamientos, en cuanto controle cual de ellos es el que aparece más grande, me decidiré por él. Y escucharé a cualquiera que me quiera echar un cable. Amigos míos, pensad en algo para mí, cacuelo?

Dejame tu frase muda