lunes, 26 de noviembre de 2007

Un día Cualquiera

Después del fin de semana movidito vuelvo a encontrarme ante la pantalla del ordenador, apenas sí mantengo los ojos abiertos y la mente aún está espesa. Pero no quiero dejarlo para más tarde. No ahora. No cuando tratar de ordenar ideas se está convirtiendo en algo tan primordial en mi vida. Los tres pensamientos y las cuatro tonterías que que dejo aquí consiguen serenar mi mente y desechar los quebraderos de cabeza.

Ayer pasé todo el día ampliando conocimientos (léase estudiando) y comencé a leer un nuevo libro, que esa es otra: a ver lo que tardo! Aunque suene raro, estuvo bien, muy bien a decir verdad. Es gratificante saber que al menos algo de lo que haces tendrá sus frutos en un futuro no muy lejano. Lo siento por aquellos a los que la palabra estudiar les provoca nauseas y mareos. Supongo que esta es una de mis rarezas: A mí me reconforta.

Últimamente solo trato de mantener la calma y el orden, a ver si así veo el letrero final, pero no hay manera. Estoy estancada y no sé como arreglarlo, al menos no sé como hacerlo de golpe, porque el poco a poco lo tengo más o menos dominado... no sé cuando llegarán resultados, pero esto en ello.

Hoy mi calendario de Mafalda me ha sorprendido con una de las tiras que más me gustan:


real como la vida misma...

Dejame tu frase muda